Existe un gran desconocimiento de nuestra historia petrolera
El libro, editado por Andrés Duarte gracias a un extraordinario esfuerzo editorial, es una traducción de la obra del geólogo estadounidense Ralph Arnold “The First Big Oil Hunt”. Ricardo Villasmil, quien estuvo a cargo de la introducción al conversatorio, comentó que su encuentro con este libro es fortuito. “El valor del libro de Arnold, se encuentra, en primer lugar, en haber sido escrito por un protagonista y en lo extensa que es la información descrita por Arnold”, dijo el académico.
Para Villasmil existe un gran desconocimiento de la historia petrolera venezolana: “han pervivido versiones de ella sesgadas por intereses políticos. Lo que generalmente se conoce de esta etapa ha sido contado por figuras como Betancourt y Uslar, es por ello que el CIEA del IESA está realizando esfuerzos para desmitificar la Venezuela petrolera. Hemos aceptado versiones mitificadas, quizás la más popular sea aquella de que Gómez regaló el petróleo a cambio de la protección norteamericana. Otra es la versión bucólica de Alberto Adriani, demonizando al petróleo, glorificando la agricultura y estructura económica previa”, comentó Villasmil.
La corrupción alrededor de la entrega de concesiones petroleras es innegable, pero no fue lo que impulsó esta política. Según Villasmil, “no se puede pensar que Gómez y sus familiares conocían la existencia de petróleo en Venezuela y llevaron a cabo reformas para apropiarse de las concesiones”.
La entrada de Shell en Venezuela y el riesgo para Estados Unidos de que los británicos estuviesen explotando petróleo aquí, puso a Venezuela en una posición favorable para aprovechar el boom de demanda de los períodos de guerra y post-guerra, lo que permitió que nos convirtiéramos en una potencia petrolera. Esta coyuntura, favoreció a los adecos, la confluencia de intereses nacionales e internacionales les permitió aumentar la captura de renta, traduciéndose en mayor gasto público y fortalecimiento del discurso nacionalista.