El petróleo como instrumento de progreso: una nueva relación Ciudadano-Estado-Petróleo
Debería ser una guía de lectura obligatoria para cualquier político o especialista que quiera entender y solucionar el problema institucional de la industria petrolera en nuestros países.
El libro trata la paradoja de Venezuela que, siendo el primer o segundo país del mundo en reservas de petróleo (según como se computen las de crudo pesado del Orinoco), muestra desde el año 2000 una caída de la producción y de sus exportaciones cuando el resto de los países exportadores de petróleo las aumentaron significativamente. Hay que destacar que las exportaciones de petróleo representan el 96% del valor de todas las exportaciones venezolanas, con lo cual la caída de las mismas o del precio del crudo genera serios problemas a Venezuela.
La explicación de esta mala perfomance la encuentran los autores, con razón y evidencias, en el marco institucional. Estudian la “Maldición de los recursos” en que han caído muchos países con recursos naturales abundantes como Venezuela mientras que otros con riquezas similares han sabido crear instituciones inclusivas que ayudaron a su desarrollo integral y sostenible. El problema de Venezuela es la debilidad de sus instituciones que si bien se agrava con las políticas de Chavez, su origen puede rastrearse a 1936, cuando se decide desarrollar al Estado en base a la renta petrolera. En 1946 comienzan los conflictos con las empresas privadas y en 1975/6 se nacionaliza toda la industria.
La captura de la renta petrolera en forma abusiva y discrecional por los sucesivos gobiernos llevó a la descapitalización de la industria empezando por la de la empresa estatal PDVSA. Esto impidió realizar las inversiones necesarias en el sector con la consecuencia señalada de la caída en la producción. Muchas empresas privadas se han retirado o fueron expropiadas y las que quedan no tienen buenos incentivos para invertir. Por otra parte, la empresa pública PDVSA ve escurrirse su flujo de caja en proyectos populistas del gobierno que la descapitalizan y la obligan a aumentar su endeudamiento.
Un serio problema del manejo discrecional por el gobierno de los recursos petroleros en Venezuela son los enormes subsidios internos en los precios de los combustibles y externos en exportaciones a países “políticamente amigos”. Es interesante leer que los autores proponen seguir el ejemplo de Irán para evitar los subsidios internos generalizados que son profundamente regresivos.