Se generaron propuestas para estabilizar el mercado cambiario actual en el IESA

18 oct 2013 Comparte
En el IESA, se llevó a cabo el foro Mercado cambiario: de dónde venimos y hacia dónde vamos, el pasado miércoles 16 de octubre y que contó con la participación de expertos, quienes ofrecieron su opinión y dejaron recomendaciones que según consenso de los ponentes, servirán para desmontar la crisis cambiaria que vivimos actualmente. 

Rosa Amelia González, directora académica del IESA, dio inicio al evento, presentando a los moderadores, los profesores del IESA Urbi Garay y Richard Obuchi, y manifestó que el foro no sólo ofrece una visión muy clara para entender la dinámica económica que atraviesa Venezuela, sino que se espera contribuir de manera constructiva a la discusión sobre el tema del mercado cambiario en nuestro país y generar ideas que permitan el mejoramiento en materia económica para los próximos años.

Ricardo Hausmann desde la Universidad de Harvard, enfocó su ponencia en el rol de la política monetaria expansiva sobre la depreciación del tipo de cambio paralelo y consecuente brecha respecto al oficial. Ahondó en las diferencias entre la tasa de inflación interna frente a la de nuestro principal socio comercial como origen de dicho fenómeno.

Resaltando las interacciones entre política monetaria y cambiaria, señaló que el feedback siempre está presente sin importar el régimen cambiario adoptado. Bajo tipos de cambio flotantes, una expansión monetaria se traduce en devaluación inmediata del tipo de cambio. En esquemas como el venezolano, en cambio, se traduce en fuga de reservas internacionales. También destacó como soluciones a ello eliminar el financiamiento monetario del déficit fiscal y promover la inversión privada nacional y extranjera para incrementar la entrada de capitales.

Con lo que ha llamado “tsunamis cambiarios” o ajustes repentinos de las tasas de cambio nominales en regímenes de tipo de cambio fijo, el profesor Pedro Palma se enfocó en los paralelismos entre las crisis de RECADI y la acaecida durante la segunda administración de Rafael Caldera. Con respecto a la situación actual, destacó la necesidad inminente de un ajuste cambiario, consistente en la unificación de tipos y libre flotación, acompañado con reducción en el crecimiento de la oferta monetaria.

Palma indicó que aún Venezuela se encuentra a tiempo de evitar una maxidevaluación o tsunami, pero para ello se requiere tomar acciones inmediatas en política económica, de lo contrario, “los hogares pagarán el enorme costo de un ajuste como los tradicionales”.

Para exponer la situación del sector industrial venezolano, Eduardo Garmendia, presidente de Conindustria, se centró en los “cuellos de botella” que enfrenta el sector en materias primas y personal, destacando el papel nocivo que juega el cerco regulatorio construido durante los últimos 15 años. Además señaló las “perversas distorsiones creadas por la modificación de la LOTTT sobre la productividad y la actuación políticamente sesgada de las inspectorías del trabajo”.
Asimismo, Garmendia negó la acusación de “cadivismo” hacia los industriales, en tanto ellos nunca han deseado un tipo de cambio subsidiado. “Al contrario, exigen un tipo de cambio de equilibrio que les permita competir en igualdad de condiciones con productores extranjeros”, aseguró. También destacó la iniciativa Visión Venezuela Industrial 2025, destinada a crear consensos respecto a las medidas necesarias para activar el aparato industrial del país en un futuro cercano.

Desde la Universidad de Oxford, el también profesor del IESA, José Manuel Puente, centró su ponencia en la necesidad de acabar con el modelo económico importador, causante del actual desbalance cambiario. Mostrando la evolución de los indicadores de liquidez, reservas, importaciones y exportaciones no petroleras, sustentó su visión de la crisis cambiaria motivada por razones transaccionales de importación ante expansión monetaria y tipos de cambio fijo. 

Igualmente señaló el impacto político negativo de la creciente inflación y escasez, medido a través de la percepción de gestión y contrastado a través de un análisis econométrico. También destacó la necesidad de un ajuste gradual en el tipo de cambio oficial, con el fin de reducir su brecha respecto al tipo de cambio real medido por los diferenciales de inflación con socios comerciales. Indicó que dicho ajuste puede realizarse de forma sensible a los sectores más vulnerables de la sociedad, a través de subsidios directos y otros mecanismos de política pública. Mostró optimismo ante la posibilidad de un cambio en el modelo, dado su impacto político negativo.

Para cerrar las ponencias, Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, hizo hincapié en la dificultad creciente para generar divisas que enfrenta el Estado, dada la reducción secular de la producción petrolera de PDVSA por declinación natural y dificultades en la gerencia de los proyectos de la faja petrolífera del Orinoco.

Señalando datos de la firma Petrologistics, indicó que las exportaciones totales podrían ubicarse en torno a los 2.87 millones de barriles diarios, de los cuales tan sólo 1.7 millones de b/d generarían efectivo. Además indicó las dificultades de acceso a mercados de deuda como agravante de la situación fiscal comprometedora, reflejada en un déficit presupuestario de 18% del PIB a finales de 2012.

Oliveros opina que la imposición de esta facción, implicaría mantener el esquema de tipos de cambio múltiples a corto plazo hasta fortalecer aún más el rol del Estado sobre las importaciones. Señaló que lejos de buscar correctivos, la facción radical persigue profundizar el modelo económico aprovechando la crisis actual.

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