Salón Alfonzo Rivas fue reinaugurado

Con la presencia de autoridades del IESA, en compañía de miembros de la familia Alfonzo Rivas, se realizó la reinauguración del salón Santiago Alfonzo Rivas.

Para dar inicio al acto, la Consultora de Desarrollo Patrimonial del IESA, María Margarita Machado, se dirigió a los presentes: “Para nuestra institución, es muy importante agradecer a aquellas personas, organizaciones y familias que colaboran con nosotros en el mantenimiento y mejora de nuestra infraestructura para así mantener la excelencia académica que caracteriza al IESA”, señaló.

Seguidamente, el Presidente del IESA, Gustavo Roosen, ofreció unas palabras de agradecimiento a la familia Alfonzo Rivas, por sus valiosos aportes para la remodelación de los espacios de la institución. Asimismo, Roosen también recordó la importancia que tiene mantenimiento de la infraestructura para seguir haciendo del IESA una institución de excelencia y prestigio.
 

Como parte del evento, también se desarrolló la conferencia “Generación tras generación: preservando el legado”, a cargo de la profesora Patricia Monteferrante. Durante la charla, Monteferrante abordó el tema de las empresas familiares, asegurando que estas son el motor de la economía mundial, ya que actualmente gozan de mayor estabilidad que sus homólogas no familiares.

“Entre el 60 y 80% de las empresas mundiales son familiares. Ellas son el motor de la economía del mundo. Actualmente, en EE.UU el 40% de su PIB proviene de empresas familiares y cerca del 50% del empleo”, manifestó.

Monteferrante agregó que el modelo de negocio que rige a las empresas familias es más robusto, ya que a su juicio estas son más recilientes que otras. “El 60% de las empresas europeas respondían a una situación crítica con un crecimiento del 70%, puntualizó.

Santiago Alfonzo Rivas
Empresario y promotor inmobiliario. Nació el 14 de mayo de 1886. Comienza a trabajar a partir de los 14 años de edad mientras efectuaba estudios en el Colegio Saleciano y luego, en el colegio San Vicente de Paúl, abandonando las aulas en 1904 sin haber terminado el bachillerato.
En 1910 en sociedad con su hermano Miguel, crea la firma Alfonzo Rivas & Cía. En 1915, lanza al mercado, un nuevo producto alimenticio a base de harina de maíz, la Maizina Americana, marca el Aguila, cuya caja de color amarilla y el lema publicitario “la Maizina Americana, gran producto nacional”, han gozado desde entonces una gran notoriedad en toda Venezuela. En 1925, participa junto con Enrique Pérez Dupuy y otros, en la Fundación del Banco Venezolano de Crédito así como la formación del Sindicato Prolongación de Caracas, junto con Juan Bernardo Arismendi y Luis Roche, con la finalidad de desarrollar nuevas urbanizaciones caraqueñas para la clase media: San Agustín del Norte y San Agustín del Sur (1926). Contribuyó también al auge del deporte nacional mediante la construcción del estadio San Agustín en el cual, durante 25 años se realizan los principales eventos deportivos de Venezuela.