El poder de un “selfie”

Lo viral no se decreta, pero en algunos casos se presiente. Los “selfies” o autorretratos tomados desde un dispositivo móvil, se han convertido en un fenómeno del mundo digital, al punto de convertirse en un término aceptado por el Diccionario de Oxford. Celebridades, presidentes e incluso el Papa Francisco han participado de este fenómeno, que solo en la red social Instagram ya suma más de 41 millones de imágenes alrededor del mundo. Ellen DeGeneres se suma a esta tendencia al proponer de manera aparentemente espontánea (luego explicaremos por qué) a la actriz Meryl Streep a tomarse un selfie. 

Ellen pasó rápidamente de invitar a Meryl Streep y hacer un selfie en pareja, a juntar a otras celebridades como Bradley Cooper, Julia Roberts, Jennifer Lawrence, Lupita Nyong’o, Brad Pitt, Angelina Jolie, Kevin Spacey, Jared Leto y Channing Tatum. Ya no sólo era el poder de un evento transmitido en vivo a millones de tele-espectadores en el mundo, ni una célebre animadora, sino además la suma de los más famosos de Hollywood en un momento irrepetible.

Twitter tiene al menos 500 millones de perfiles registrados y se ha transformado no sólo en un nuevo e influyente canal de comunicación, sino incluso en una herramienta poderosa de comercialización. Cada día, las redes sociales van ganando espacio a los medios tradicionales en cobertura, instantaneidad, acceso a una mayor cantidad de información mundial y en su maravilloso poder de interacción. ¿Por qué Ellen escogió Twitter como primera plataforma para este juego de mercadeo? Las características o ventajas más importantes del medio fueron la inmediatez y el poder de la audiencia. En unos segundos, Ellen envió un tweet y los usuarios, con poder para influir o no, se sintieron atraídos. La actualización en tiempo real de Twitter ofrece una amplia posibilidad de llevar información hasta los seguidores de forma instantánea. Esto ha hecho que se convierta en origen de actualizaciones de estado y en matrices de opinión pública. A pesar de que Ellen escogió Twitter, el efecto en redes como Facebook e Instagram ha sido también muy positivo. En Facebook consiguió más de 25,4 millones de interacciones que incluyeron mensajes, comentarios y likes.

Como mencionamos al principio de esta nota, el juego de Ellen fue “aparentemente espontáneo”. Y es que en realidad, se trató de un Product Placement o “Posicionamiento de producto” patrocinado por Samsung, que complementó la compra de espacios publicitarios tradicionales. Esto explica por qué durante la transmisión en vivo, Ellen utilizó un teléfono Samsung Galaxy Note 3 para tomarse varias fotografías, dándole un protagonismo especial al ser captado por la cámara del Oscar durante la toma del selfie. El Product Placement es una estrategia complementaria a las cuñas televisivas, que permite aumentar la recordación de marca, y ha sido empleado por numerosos anunciantes. Pero al combinar los elementos que ya hemos descrito en el ambiente de las redes sociales, el resultado fue explosivo. Según la compañía especialista en análisis de contenido Kontera, Samsung obtuvo alrededor de 900 menciones por minuto en redes sociales, de los cuales el 23% fueron positivos, 69% neutrales y 8% negativos. Al día de hoy, una búsqueda del término “Samsung Selfie” arroja más de 97 millones de resultados en Google. La implicación para anunciantes y publicistas es que cada vez más se requiere de un mercadeo ingenioso, que juegue con la audiencia y despierte su simpatía para convertirlos no sólo en seguidores, sino en fanáticos. Los medios “tradicionales” mantienen su vigencia (no en vano 43 millones de personas presenciaron la entrega del Oscar), pero la integración con las redes sociales definitivamente ayuda a potenciar su efecto, siempre que se haga bajo una visión estratégica.