¿Máquinas para matar?

01 may 2014 Comparte
El padre Alejandro Moreno ofreció un interesante seminario al mediodía, organizado por el Centro de Políticas Públicas del IESA, y titulado La violencia criminal en la actualidad, en el cual hizo reflexionar a todos los que se encontraban presentes el pasado jueves 24 de abril en el Salón Uslar, sobre los motivos que  impulsan a la juventud venezolana a convertirse en criminales.

El profesor Ramón Piñango ofreció unas palabras de bienvenida para el padre Moreno: “un gran amigo”, como él mismo señaló. Seguidamente, Moreno inició su presentación afirmando que lleva 34 años viviendo en un barrio de Petare, hecho que marcó su vida y lo motivó a llevar a cabo una minuciosa investigación sobre la extrema violencia que se vivía en la zona, “teniendo que ver a los muchachos que crecieron al lado de uno, convertirse en criminales y comenzamos a preocuparnos mucho por esa situación”, dijo.

Como antecedentes violentos en Venezuela, Moreno señaló que desde el año 1989, cuando ocurre el Caracazo, “hay una debilidad en las instituciones, de acuerdo con la percepción de la gente y viene aumentando progresivamente el número de homicidios en el país. Luego, en el año 1992 se dan los 2 intentos de golpe de Estado que coinciden con el aumento de la delincuencia y los asesinatos, para luego en 1998, cuando hay un cambio en el sistema político y una reestructuración en las instituciones, ver un aumento anual constante en los homicidios a partir de ese entonces”.

Según la investigación de Moreno, apoyado en los estudios que se han realizado en el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), actualmente Venezuela aparece entre los 5 países más peligrosos del mundo, y de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el 2012, los países más violentos del mundo eran Honduras, Venezuela, Guatemala, Colombia, México y Brasil. Cabe destacar que las cifras oficiales de homicidios para ese mismo año, según el Ministerio para el Poder Popular de Interior y Justicia, eran de 16.072 y las cifras extraoficiales, provenientes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), eran de 21.692 han negado las cifras que arrojó el estudio del OVV.
“Para el 2013, el OVV anunció que hubo 27.763 homicidios, siendo los hombres 16.5 veces más propensos a ser víctimas de asesinato que las mujeres.  Adicionalmente, se supo que 74% de los venezolanos se siente inseguro al caminar por su lugar de habitación, concluyendo que para el cierre del 2013, éste fue el año más violento jamás registrado en Venezuela y aún no sabíamos lo que nos esperaba en el 2014”, explicó Moreno.


¿Por qué nuestros jóvenes se convierten en criminales?

Un punto fundamental en las investigaciones del padre Moreno, ha sido la disminución en la edad del victimario. La edad del delincuente asesino, quien ejerce el máximo de violencia, ha oscilado entre los 15 y 25 años de edad “y ellos saben que como con suerte sobrepasarán esa edad, viven al máximo sus experiencias violentas”, agregó el padre. 

Moreno explicó que el delincuente asesino no comienza a matar de repente, sino que empieza a muy corta edad. “La novedad está en que esa disminución de edad se ha ampliado y cada vez son más jóvenes los victimarios; como consecuencia, esto implica un aumento en la inmediatez de la acción violenta, es decir, hay una disminución de la latencia entre estímulo y respuesta, lo que supone una casi total anulación de los procesos de ideación, afectividad y valoración ética, de modo que el paso al acto al final, se vuelve casi automático y maquinado. Los jóvenes violentos en la actualidad, son prácticamente máquinas de matar”. 

Consideración, aceptación, estima, autoestima, valoración, autovaloración, exhibición de valentía, atrevimiento, toma de riesgos, virilidad en cuanto a machismo agresivo, capacidad de ejercer poder y provocar temor, constituyen la más fuerte y firme motivación de la conducta criminal, según señaló Moreno. Asimismo aseguró que “para el malandro actual el asesinato es una ‘hazaña gloriosa’ por el asesinato mismo, porque el énfasis está en la capacidad de asesinar mucho”.

Lo más grave es que en muchos casos no existe una motivación suficiente del victimario para acabar con la vida de una persona; cada vez son más banales las causas de los asesinatos que vemos reseñadas en las noticias de sucesos, “yo lo llamo crímenes sin suficiente motivación, como por ejemplo, le dieron un pisotón, sacó la pistola y disparó”, comentó.
La impunidad en Venezuela es el factor determinante para que se multipliquen los crímenes violentos y 94% de los asesinatos no llegan ni siquiera a convertirse en expedientes, según datos aportados por Moreno.  También cabe mencionar la fórmula del respeto malandro: mientras más joven eres y más muertos tienes, más respeto mereces.


Organizaciones asesinas

El asesino actual, muchas veces mata por puro placer y según el padre Moreno, existen formas de organización criminal (no crimen organizado como carteles o mafias) en cada barrio o zona popular y que poseen las siguientes características:

•    Los "profesionales" que prácticamente viven de y para matar, por lo general suelen ser jóvenes de entre 18 y 25 años que andan en grupos de entre 6 y 10 individuos. Son los malandros fuertes del barrio, llegando un momento que mandan a matar en vez de hacerlo por su cuenta.
•    Los "aprendices" son adolescentes de entre 14 y 18 años que se abren camino en el mundo criminal, por lo general en grupos de entre 10 y 15 jóvenes que se preparan para entrar en una banda o crear una propia.
•    Los “observadores” tienen de 10 a 14 años de edad y se mueven en grupos de entre 15 y 20 niños que se la pasan en la calle hasta las primeras horas de la noche y aprenden las fechorías por observación de modelos.

Sobre la actuación de los cuerpos policiales, Moreno señaló que “en Venezuela, estos están en muchas ocasiones tan desprotegidos como los ciudadanos civiles y que ahora los criminales buscan doblegar a los policías, enfrentándose a ellos con todo su arsenal, porque los malandros tienen armas de todo tipo”.

"Hace unos años, no conocíamos en Venezuela la figura de los ‘pranes’. Actualmente las cárceles venezolanas están llenas de armamento, narcotráfico, prostitución y se cometen toda clase de delitos, además se perfecciona al criminal, es su mejor escuela", aseguró el padre.

“En nuestra investigación, notamos que todos los sujetos asesinos han tenido una mala relación en su infancia con sus madres, lo que demuestra que la presencia de la figura materna es mucho más importante que la paterna en la formación del ser humano”, enfatizó.

El sacerdote salesiano Alejandro Moreno lleva muchos años estudiando el fenómeno de la juventud criminal en Venezuela. Psicólogo, filósofo, teólogo y Doctor en Ciencias Sociales, Moreno es también profesor de la Universidad de Carabobo y de la Universidad Católica Andrés Bello, además de director del Centro de Investigaciones Populares en Caracas.




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