Riesgos de la economía venezolana: ¿percepción o realidad?
¿De cuánto es el riesgo país de Venezuela?
El riesgo país de Venezuela es el más alto de América Latina y ha estado entre los más altos del mundo en los últimos años. Refleja la diferencia entre lo que rinden los bonos del gobierno de Venezuela (y de Pdvsa) y lo que rinden los bonos de Estados Unidos. Ese diferencial, que ya era muy alto, se ha disparado por la caída de los precios del petróleo que comenzó a finales de 2014 (y los consiguientes problemas de balanza de pagos), por el muy elevado déficit fiscal desde 2012, el cual se ha monetizado llevando a tasas de inflación nunca antes vistas en Venezuela. A todo eso hay que sumarle que desde 2013 la economía venezolana está estancada y ahora cayendo aceleradamente.
¿Cuál es la relación del riesgo país de Venezuela con respecto al de las demás economías de la región?
En los países de América Latina, desde hace un año, el riesgo país ha aumentado, aunque moderadamente, principalmente por la caída de los precios de los principales productos de exportación. En el caso de Venezuela petróleo, Chile cobre, Perú minerales, Brasil soya, café y otros. Sin embargo, hay que recalcar que en varios de estos países se prepararon para estos escenarios y por eso sus economías no han sufrido tanto como la economía venezolana a la caída de los precios de sus productos de exportación.
¿Por qué usted asegura que los precios de las acciones de las empresas venezolanas en la Bolsa de Valores de Caracas se duplicaron entre 2000 y 2014?
Hice un cálculo en el cual expresé el Índice Bursátil Caracas (IBC) en dólares a la tasa permuta o de mercado y me arrojó unas grandes fluctuaciones. Ello se debe, en parte, a que la Bolsa de Caracas es pequeña, y lo ha sido más aún desde 2007, año en el que fueron estatizadas dos de las grandes empresas (Cantv y electricidad de Caracas) que en ella se cotizaban. Es decir, el IBC es un índice representativo de pocas empresas.
Otro hallazgo consiste en que cada vez que ha habido devaluaciones del bolívar, las acciones venezolanas, el expresarlas en dólares, han sufrido pérdidas en el corto plazo, pero una vez que el mercado cambiario se ha estabilizado, las acciones han tendido a subir. Recientemente, también se ha visto una correlación entre la devaluación del bolívar y los precios de las acciones de algunas empresas tales como las de varios bancos, debido a que estas instituciones tienen posiciones importantes en activos en el exterior y, por lo tanto, al devaluarse el bolívar el valor de esas posiciones en dólares aumenta al expresarlo en bolívares.
La lección es que si alguien ha colocado sus ahorros en la bolsa de Caracas, a pesar de los problemas de liquidez de este mercado, su inversión se ha mantenido a lo largo del tiempo, cubriendo los riesgos de inflación y de devaluación.
¿En la actualidad es un negocio comprar un bono venezolano?El riesgo país de Venezuela es el más alto de América Latina y ha estado entre los más altos del mundo en los últimos años. Refleja la diferencia entre lo que rinden los bonos del gobierno de Venezuela (y de Pdvsa) y lo que rinden los bonos de Estados Unidos. Ese diferencial, que ya era muy alto, se ha disparado por la caída de los precios del petróleo que comenzó a finales de 2014 (y los consiguientes problemas de balanza de pagos), por el muy elevado déficit fiscal desde 2012, el cual se ha monetizado llevando a tasas de inflación nunca antes vistas en Venezuela. A todo eso hay que sumarle que desde 2013 la economía venezolana está estancada y ahora cayendo aceleradamente.
¿Cuál es la relación del riesgo país de Venezuela con respecto al de las demás economías de la región?
En los países de América Latina, desde hace un año, el riesgo país ha aumentado, aunque moderadamente, principalmente por la caída de los precios de los principales productos de exportación. En el caso de Venezuela petróleo, Chile cobre, Perú minerales, Brasil soya, café y otros. Sin embargo, hay que recalcar que en varios de estos países se prepararon para estos escenarios y por eso sus economías no han sufrido tanto como la economía venezolana a la caída de los precios de sus productos de exportación.
¿Por qué usted asegura que los precios de las acciones de las empresas venezolanas en la Bolsa de Valores de Caracas se duplicaron entre 2000 y 2014?
Hice un cálculo en el cual expresé el Índice Bursátil Caracas (IBC) en dólares a la tasa permuta o de mercado y me arrojó unas grandes fluctuaciones. Ello se debe, en parte, a que la Bolsa de Caracas es pequeña, y lo ha sido más aún desde 2007, año en el que fueron estatizadas dos de las grandes empresas (Cantv y electricidad de Caracas) que en ella se cotizaban. Es decir, el IBC es un índice representativo de pocas empresas.
Otro hallazgo consiste en que cada vez que ha habido devaluaciones del bolívar, las acciones venezolanas, el expresarlas en dólares, han sufrido pérdidas en el corto plazo, pero una vez que el mercado cambiario se ha estabilizado, las acciones han tendido a subir. Recientemente, también se ha visto una correlación entre la devaluación del bolívar y los precios de las acciones de algunas empresas tales como las de varios bancos, debido a que estas instituciones tienen posiciones importantes en activos en el exterior y, por lo tanto, al devaluarse el bolívar el valor de esas posiciones en dólares aumenta al expresarlo en bolívares.
La lección es que si alguien ha colocado sus ahorros en la bolsa de Caracas, a pesar de los problemas de liquidez de este mercado, su inversión se ha mantenido a lo largo del tiempo, cubriendo los riesgos de inflación y de devaluación.
Existe una situación compleja, caracterizada por caída de los precios de petróleo, el enorme déficit fiscal, y un conjunto de políticas económicas que han provocado una caída importante en los niveles de actividad económica y aumento acelerado de la inflación en el país. Toda esta situación indudablemente ha aumentado el riesgo de invertir en bonos venezolanos. En ese sentido, a la hora de considerar invertir en estos bonos, lo importante es el nivel de riesgo que un inversionista esté dispuesto a tolerar, y que esté en capacidad de asumir. Para alguien que tiene escasos ahorros, no es recomendable; sin embargo, si es una persona que cuenta con un patrimonio mayor y muy diversificado, tal vez pudiera decidir tomar ese riesgo, el cual es elevado en los actuales momentos.
¿Cómo puede un ciudadano común protegerse de una inflación anual de 200%?
Es muy difícil protegerse. Lo único que se puede hacer es tratar de adquirir activos (que sean necesarios para la persona o empresa), los cuales tienden a subir al ritmo de la inflación, o invertir en capital humano. Esto último significa invertir en capacitación y formación, cursos de mejoramiento profesional, lo cual hará que, en principio, en el futuro la persona pueda obtener mayores ingresos por su trabajo.
¿Y cómo se protege una empresa?
Las empresas tienen que tener cuidado, porque cualquier demora en recibir los ingresos de, por ejemplo, las cuentas por cobrar, puede ocasionar una descapitalización debido a la elevada inflación. Si te deben Bs. 100 y te los pagan en 60 días, en 60 días con esos bolívares solo podrás comprar el equivalente a lo que pudieras comprar ahora con unos Bs. 70. Por otra parte, las empresas deben potenciar sus niveles de endeudamiento debido a que las tasas de interés están controladas y a niveles muy por debajo de la tasa de inflación. Así, endeudarse para comprar activos tales como maquinarias y equipos puede ser una buena política empresarial, siempre y cuando se cuente además con los insumos necesarios para poder elaborar el bien respectivo.
¿Es el mercado de inmuebles una inversión atractiva en Venezuela?
Históricamente, los inmuebles han tendido a subir, en el largo plazo, al ritmo de la inflación, algo similar a lo que ha ocurrido con los precios de las acciones de empresas venezolanas. De manera que la inversión en inmuebles es una de las vías a disposición de las personas que les permiten cubrirse, al menos parcialmente, de la inflación. A la hora de invertir en inmuebles hay que considerar una serie de variables como edad del inmueble, ubicación, materiales de construcción utilizados, etc.