Pivotaje: método de validación de ideas aplicado en el IESA

Idea, hipótesis y experimento. Así es el comienzo de cualquier pivotaje exitoso, que se rige mediante un método, para que el negocio tome un nuevo rumbo, o incluso para probar el comienzo del mismo y tomar decisiones con base en los resultados obtenidos. 

Los pivotajes desarrollados dentro del método Lean Startup, están siendo empleados por los profesores del IESA, Edwin Ojeda y Aramis Rodríguez; quienes han implementado esta técnica con los estudiantes de la Maestría en Administración (MBA), en la materia Iniciativa Empresarial. 

En esta materia electiva, los profesores verificaron junto a los estudiantes una hipótesis original de emprendimiento, cuya premisa consistía en que los residentes de la urbanización El Cafetal, uno de los casos desarrollados, estaban dispuestos a usar una bicicleta como medio de transporte para trasladarse a sus lugares de trabajo. Con el pivotaje pudieron descartar su idea principal y darle un viraje distinto a la misma, mediante los resultados recogidos. 

“Esa era la hipótesis original y se dieron cuenta de que los residentes no estaban dispuestos a eso, a ellos les interesa montarse en una bicicleta para realizar paseos familiares; algo totalmente distinto a lo que se pensaba”, indica Ojeda. 

La experiencia permite que el emprendedor o empresario no cometa el error de desarrollar su idea principal de negocio con una inversión demasiado grande que comprometa su éxito, sin antes haber pasado por el proceso de validación. Es decir: pivotar. 

Rodríguez asegura que el objetivo final del método es aprender lo más rápido posible y con la menor cantidad de recursos que se pueda tener. Hace énfasis en que la construcción de un negocio no comienza solo con la hipótesis inicial, sino que esta debe ser validada para que sea exitosa. 

“Hay quienes se resisten al cambio y hay quienes van a criticarlo. Como en toda área de conocimiento no está exento de críticas. Con este método puedes hacer pruebas: probar y validar hipótesis de manera rápida y barata”, agrega el profesor Ojeda. 

Muchas veces el éxito de una compañía depende de qué tan innovador y arriesgado se es. “Por ejemplo, cuando arrancó Facebook, ellos hicieron eso sin saberlo. Empezaron a validar en una página que no sabían que iba a ser Facebook. Vieron que las personas la estaban usando para otra cosa, entonces pivotearon; se ajustaron”, explica Rodríguez. 

Es por ello que, a pesar de la incertidumbre que pueda generar el pivotaje, y asumiendo el conocimiento de que empresas grandes lo están aplicando para mejorar y comprobar nuevas hipótesis, se debe saber que la condición de la misma no es excluyente dentro del mundo empresarial. 

“Al final si el objetivo es aprender, por qué vamos a gastar tanto tiempo y tantos recursos. Entonces hazlo con prototipos, pero de forma disciplinada y con los métodos”, concluye el profesor.