Tres visiones de la economía venezolana desde el IESA

25 feb 2019 Comparte
(Por Prodavinci - 25/02/2019) 

Los economistas Richard Obuchi, Carolina Pagliacci y Asdrúbal Oliveros debatieron sobre la crisis económica en Venezuela en el foro Economía Venezolana: una discusión pública, un proyecto de Prodavinci. En el foro organizado por Prodavinci y el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) y auspiciado por la Embajada Británica, los economistas expusieron sus propuestas para la recuperación de la economía.

El director académico del IESA, Carlos Jaramillo, y el secretario político de la Embajada Británica, Víctor Clark, hicieron la introducción del evento. Ambos destacaron la importancia de este tipo de iniciativas, para discutir la situación económica venezolana y plantear propuestas para su recuperación.

Richard Obuchi, profesor del Centro de Políticas Públicas el IESA, consideró que el primer paso para recuperar la economía nacional es un “cambio de paradigma de nuestro modelo de políticas públicas”. Obuchi dijo que Venezuela debe pasar de una economía de controles, con un Estado que interviene en la economía, rechaza la propiedad privada y tiene planificación central a un país con economía libre, propiedad privada y asignación de recursos con mecanismos de libre mercado.

“La tarea de crecer implica un proceso de generación de políticas públicas”, explicó Obuchi. Entre otras cosas, un nuevo paradigma económico requerirá planificación a largo plazo, reglas de funcionamiento de gobierno confiables, funcionarios que sean evaluados por su aporte y no por afiliación política, cooperación con el sector privado, mecanismos de regulación que abran el juego económico e instituciones que funcionen de manera eficaz.

“La inversión no es algo que se puede decretar, es algo que se tiene que atraer. Se tienen que construir las posibilidades de que crezca”, explicó el economista. Señaló que se estima que solo en infraestructura será necesaria una inversión de 300 mil millones de dólares en los próximos 12 años para llevar a Venezuela a “niveles competitivos” y para eso será necesaria la inversión privada.

Por su parte, Carolina Pagliacci, doctora en Economía y profesora del Centro de Finanzas del IESA, presentó un diagnóstico de la hiperinflación venezolana que se agrega a las causas más discutidas en la opinión pública venezolana. Pagliacci explicó que normalmente la inflación es una consecuencia de exceso de demanda de bienes y que ese exceso lo causa la creación excesiva de dinero. Sin embargo, su diagnóstico le otorga peso a una causa alternativa y complementaria en el caso venezolano: la reducción excesiva en la oferta de bienes, es decir, el colapso de la producción.

Para corregir esto, Pagliacci propuso permitir el funcionamiento de los mercados y crear condiciones para eliminar las distorsiones existentes en la economía:

“Esto implica un marco legal mínimo de garantías legales y económicas sobre la propiedad y funcionamiento de los negocios, eliminación de las restricciones en cuanto a estrategias de fijación de precios, ganancias y costos, eliminación de los controles en la distribución de productos, provisión mínima de servicios básicos, flexibilización de la legislación laboral”.

Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, explicó que la caída de la economía venezolana no tiene precedentes en la historia latinoamericana. Dijo que el producto interno bruto del país se redujo a un tercio del que teníamos en el año 2012 en bolívares. La prioridad de cualquier plan debe ser “abatir la hiperinflación”.

“Es un programa que tiene que tener pivotes importantes en términos de resultados rápidos que lo empiece a sentir la gente, por un tema de estabilidad política. No va a haber estabilidad política si no logramos eso. Un gobierno de transición, en caso de que se dé, no va a tener luna de miel, o va a ser muy corta. Las expectativas sociales son muy altas”, dijo Oliveros.


Los pilares de una transición

Oliveros consideró que los pilares de un proceso de transición deben ser el restablecimiento de los derechos de propiedad robustos, obtener financiamiento internacional y un nuevo arreglo institucional.

“Venezuela no puede sola. Nosotros necesitamos, por lo menos en los próximos cinco años, entre 100 mil y 125 mil millones de dólares en términos de capital. Por supuesto, no toda esa entrada de capital la va a poner el sector privado, tendrán que entrar que los organismos multilaterales. También préstamos bilaterales, préstamos en menor medida. Inversión, tanto de capital local como de capital extranjero”.

La dolarización

Pagliacci consideró que la dolarización pudiera ser una posible solución a la hiperinflación en el corto plazo, pero a largo plazo tiene costos y riesgos. Explicó que en lo inmediato, dolarizar permite estabilizar la inflación rápidamente, pero no resuelve los problemas de base de la economía.

“Cuando tienes mucho consumo, una solución es depreciar la moneda; cuando estás dolarizado eso ya no está allí. El otro problema de la dolarización es que no resuelve los problemas de base de una economía. Produciendo divisas, produciendo valor agregado y cuando las políticas no son las adecuadas, básicamente todos esos errores se van a ver reflejados en un solo ámbito: el ajuste financiero. Tienes el problema adicional de que con la dolarización los riesgos sobre el sistema financiero son muy importantes”.

Deuda externa

Asdrúbal Oliveros señaló que Venezuela tiene 150.000 millones de dólares en pasivos, entre deuda en bonos, deuda bilateral (destaca China), multilateral (con organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo) y otros pasivos relacionados con expropiaciones, compromisos y cuentas por cobrar con el sector privado.

“Ni poniendo orden puedes cumplir con todo. Tiene que haber reestructuración con quita en esa deuda. Necesitamos pasar de 150 mil millones en pasivos a niveles de por lo menos 100 mil millones en pasivos para ser viables. Hay que recortar 50 mil, ya después nos pondremos de acuerdo en qué 50 mil recortamos. No va a ser fácil”.

El petróleo

Oliveros consideró que la industria petrolera debe ser uno de pivotes centrales de la recuperación. Señaló que el petróleo es una ventaja estratégica para Venezuela, pero se necesita un “cambio total” en el rol del Estado en esta industria. “Por cada año de producción vamos a tardar dos para recuperar la producción de petróleo”, dijo. Es decir, tomará 10 años recuperar los niveles de producción que tenía la industria cuando Nicolás Maduro inició su mandato.

“Somos petroleros y eso se tiene que convertir en un canal de desarrollo”.

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