Gestión del tiempo laboral: un tema de salud
Es viernes y el cuerpo lo sabe: después del trabajo que has estado haciendo desde el lunes, hoy finalmente llega el lapsus que durará hasta la noche del domingo. Es hora de siestas, lecturas, películas y compartir con los seres queridos. Al menos, lo es en teoría: hay trabajo que debes continuar haciendo durante la noche, o inclusive, el sábado. Es allí cuando te arrepientes de no haber gestionado tu tiempo de forma adecuada, cuando te preguntas cómo pudiste haberlo hecho mejor.
Saber gestionar bien el tiempo es indispensable para desempeñarse sanamente en lo laboral, independientemente de la función que cumplas. Todos recordamos ocasiones en las que una asignación del trabajo se prolongó más de la cuenta. Según un folleto elaborado por la Organización Mundial de la Salud en colaboración con el Instituto de Trabajo, Salud y Organizaciones de la Universidad de Nottingham y con el Centro temático de la Agencia Europea sobre el estrés laboral, cuando las responsabilidades laborales se tornan excesivas, hay consecuencias para la salud del individuo:
“El estrés laboral puede dar lugar a comportamientos disfuncionales y no habituales en el trabajo, y contribuir a la mala salud física y mental del individuo. En casos extremos, el estrés prolongado o los acontecimientos laborales traumáticos pueden originar problemas psicológicos y propiciar trastornos psiquiátricos que desemboquen e impidan que el empleado pueda volver a trabajar.”
Aunque lo laboral no lo es todo, para muchos, las ocho horas diarias son una utopía, lo cual genera estrés laboral. En Japón existe una palabra para esto: haroshi; y si no lo crees, te compartimos este artículo en el que conocerás más sobre la ola de suicidios que esto ha provocado en ese país. Ese fenómeno no solo afecta a empleados, sino también a las instituciones: si sus colaboradores han caído en esa situación, la productividad se verá afectada. La salud, tanto física como mental, es un derecho, y tú tienes la responsabilidad de garantizarte a ti mismo tu equilibrio.
Recomendaciones para los individuos
Para empezar, hay que recalcar que en lo primero que debe pensarse para poder trabajar correctamente es en organizarse, pero es necesario no excederse. La vida es impredecible, y aunque nunca se cumplan los horarios estrictamente, no está de más ponerle una hora a ciertas tareas, como por ejemplo: responder correos, anotar los próximos eventos, los recados y todo lo que debe quedarse en la memoria. Tener ubicadas todas las cosas que no deben perderse, tanto físicas como digitales, nos ayudará a ahorrar gran cantidad de tiempo. ¿Te ha pasado que pierdes media hora buscando un correo electrónico? ¿Sabes lo que es perder las llaves de la casa? Pues entonces comprenderás este consejo.
Un truco efectivo es el de hacer una lista cada mañana: si lees las tareas que tú mismo te has impuesto la noche anterior, sientes cierta presión que te obligará a cumplirlas. “Terminar el informe. Mandarle el correo al cliente. Cocinar. Estudiar para el postgrado”. Sencilla de elaborar, sencilla de entender. Es una forma de organizar la mente.
También, un método efectivo es el de la autorecompensa: usualmente, cuando los perros saben que les van a dar una croqueta después de hacer un truco, hacen su trabajo encantados. Las personas son iguales. “Después de terminar de redactar todos los correos, voy a ver una película” es una frase útil para motivarse. Al saber qué te espera una vez concluidas tus labores, procurarás actuar con mayor velocidad.
Hay un consejo que a muchos les cuesta aceptar: limitar el uso del celular. A muchos les es difícil desprenderse de él, pero si puedes evitar su uso excesivo, sabrás lo que significa ahorrar tiempo. Déjalo lejos de tu lugar de trabajo, y en lugar de estar respondiendo mensajes, concéntrate en la función que debes desempeñar. Muchas veces, el móvil es una herramienta laboral, sirve para comunicarse con los compañeros, los clientes o para buscar informaciones (entre otras cosas), es cierto, pero cuando no sea así, el resto del mundo puede esperar a que termines tus quehaceres.
Una cuestión de ambas partes
Nada de lo recomendado anteriormente es demasiado complejo. Con algo de voluntad, tú puedes gestionar mejor tu tiempo. Si aumentas tu productividad mientras administras mejor tus horarios, tu salud mental estará garantizada. Sin embargo, muchas veces no solo depende de ti: a veces será necesario hablar con los jefes, clientes o empleados.
Una forma eficiente de gestionar tu tiempo es mediante la negociación. Es necesario saber decir “no” a los mensajes los fines de semana, las noches o las horas libres; conversar los límites horarios y exigir que se respeten. También, las empresas deben aplicar estas mismas medidas –como la planificación eficiente- para lograr un orden en cuanto a sus funciones. En el caso de los freelancers, estas conversaciones deben ser con los clientes: no hay nada de malo en decirle al señor que te encargó un diseño que por favor, no te escriba un mensaje a las tres de la mañana.
Tu tiempo es tu salud, recuérdalo.
Por: Diego Alejandro Torres Pantin