Nombran a Josefina Bruni Celli Profesora Emérita del IESA
El pasado 02 de agosto, el auditorio Vollmer fue el escenario de aplausos y lágrimas de emoción al llevarse a cabo el acto de nombramiento de Josefina Bruni Celli Rojas, como profesora emérita del IESA, máxima distinción académica dentro del instituto.
La lectura del Acta del Consejo de Profesores y la entrega del Título de Profesora Emérita fue realizada por el Dr. Carlos Jaramillo, director académico del IESA y estuvo amenizada por el cuarteto de cuerdas núcleo Chacao del Sistema de orquestas, interpretando piezas de la música universal y nacional.
Testimonios de respeto y admiración
El Dr. Pedro Palma, profesor emérito y miembro del Consejo Directivo del IESA, fue quien inició los testimonios, paseándose por la evolución profesional de la profesora Bruni Celli y destacando su alta erudición en materia de políticas públicas, especialmente en responsabilidad social empresarial, al haber publicado múltiples trabajos en los que se resalta el papel protagónico que debe tener el sector privado en el desarrollo y bienestar de las comunidades, donde realizan sus actividades.
Por su parte, el profesor emérito Ramón Piñango, también llamado a brindar su testimonio, detalló que la homenajeada, siendo una niña, llegó al IESA a finales de los 70, acompañando a su papá Marco Tulio Bruni Celli, destacado sociólogo y abogado venezolano. Además, contó que a mediados de los 80 esa jovencita ya se estaba formando en el IESA, para luego convertirse en una reconocida docente, que desde sus inicios evidenció su interés por la gerencia de la gestión pública. El Prof. Piñango no olvidó recordar las habilidades musicales de la profesora Bruni Celli, y lo evidenció con la introducción de un tema musical en su discurso.
La profesora Rosa Amelia González, del Centro de Políticas Públicas del IESA, relató su experiencia al conocer a la profesora Bruni Celli como compañera de clases en la Maestría de Gerencia Pública. Enumeró los rasgos de su personalidad que la hacen única y que fueron el punto de partida para cosechar en largos años una genuina amistad, también llamada hermandad. Recordó que son hijas de la misma madre académica, Janeth Kelly, profesora estadounidense-venezolana que formó parte del IESA y dejó grandes huellas en sus alumnos. Se declaró afortunada al trabajar conjuntamente con la profesora Josefina en la investigación sobre educación, gerencia social y gobiernos locales, así como en el caso de la Fundación Proyecto Paria y otros proyectos de responsabilidad social.
El profesor Víctor Carrillo, por su parte, cerró el segmento de testimonios al expresarse en nombre de los egresados, detallando que, además de celebrar su condición académica, debía resaltar la condición humana de la profesora Bruni Celli. Citó un fragmento de Ray Bradbury, Fahrenheit 451: “Cuando muere, todo el mundo debe dejar algo detrás, decía mi abuelo. Un hijo, un libro, un cuadro, una casa, una pared levantada o un par de zapatos. O un jardín plantado. Algo que tu mano tocará de un modo especial, de modo que tu alma tenga algún sitio a donde ir cuando tú mueras, y cuando la gente mire ese árbol, o esa flor, que tú plantaste, tú estarás allí. «No importa lo que hagas -decía-, en tanto que cambies algo respecto a cómo era antes de tocarlo, convirtiéndolo en algo que sea como tú después de que separes de ellos tus manos”.
Finalmente, el profesor Carrillo agradeció a la profesora Bruni Celli haber transformado a tantos profesionales que pasaron por sus manos.
Una larga carrera de estudio e investigación por Venezuela
La profesora emérita Josefina Bruni Celli Rojas al tomar la palabra recordó los más de 37 años de historia que la unen al IESA, institución a la que dijo haberle entregado la vida.
“Mi carrera académica se inició como asistente de investigación del profesor Antonio Francelis, con un trabajo sobre el naciente sector exportador en Venezuela. Me hice adicta a la investigación sobre cómo los venezolanos se forjaban sus medios de vida, estudiando las cooperativas, las seudo cooperativas, a las familias y sus empresas, los inicios de las industrias de las bebidas carbonatadas. Investigué cómo se formaban técnicos y artesanos en las empresas. Me metía en las empresas para conocer cómo se desarrollaban las dinámicas formativas en las empresas y cómo resolvían los conflictos entre ingenieros y técnicos. Estudié las carreras y aspiraciones económicas y sociales de los maestros y los profesores, y cómo eso afectaba su práctica profesional en las escuelas y los liceos; entre otras investigaciones en el ámbito de la responsabilidad con distintas organizaciones sin fines de lucro”, detalló.
“Me recorrí toda Venezuela, desde Paria hasta Mérida, pasando por Chuao en el norte y hasta Ciudad Guayana en el sur. Conocí a miles de personas. Escuché sus historias e hice todo lo que pude para entender sus historias y estrategias, así como sus maneras de operar, sus preocupaciones, sus miedos, y sus maneras de ver lo correcto e incorrecto, en la búsqueda de construir sus medios de vida en el espacio venezolano. Quiero agradecerle al IESA por haberme permitido estudiar e investigar a fondo a mi país. Y aunque ahora no vivo en Venezuela, este país, su gente y su economía, siguen siendo el centro de mi atención y mi pasión”, concluyó la profesora Josefina Bruni Celli en un discurso cargado de nostalgia y agradecimiento.